| por Paloma Contreras. |
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Con un segundo disco 'Come of Age' (2012) se presentó el grupo inglés The Vaccines en nuestro país, en el margen de una gira sudamericana que el 2011 nunca pudo concretarse -se supone iban a venir para el festival Maquinaria-. Este disco, si bien muy diferente a su début, nos muestra un estilo más afilado y americano, donde la rapidez que caracteriza a la banda es un elemento importante que no puede más que jugar a su favor.
Arni Arnason; bajista, Freddie Cowan como encargado de guitarras y coros, Pete Robertson en la batería y Justin Young, vocalista y guitarrista, aparecen en escena entre medio de aplausos y gritos despavoridos de sus fans de las primeras filas: no es poca la espera y expectación que generan los muchachos. Esa será solo una de las sorpresas de la noche.
Luego viene el comienzo del show con 'No Hope', primera canción de su segundo disco y que es coreada ampliamente. Habla de la apatía de no querer preocuparte de nada más porque sencillamente no tienes resuelto nada de tu vida, pero apatía es lo que menos demuestra el vocalista Justin: mirando fijamente al público, se enfrasca en continuas luchas con su maraña de pelo y pone toda su energía a disposición del público capitalino. Luego suenan algunas como 'Tiger Blood', canción que fue producida por uno de los ídolos de Freddie Cowan; Albert Hammond Jr., guitarrista de la aclamada banda The Strokes. Sin embargo, el show tiene sus puntos altos en canciones nostálgicas como 'I Always Knew', 'All in White' y 'Family Friend', canción que va creciendo y que termina con Young gritando 'Quieres volverte joven pero solo te estás haciendo más viejo'. Son quizás las letras de la banda las que generan tanta conmoción entre su fanaticada: algunas hablan de juventud, de vivir experiencias y lo hacen con tal desfachatez que a veces pareciesen que sus letras no hablasen de nada parecido. Ahí va otra cosa que me sorprendió.
La banda avanza en su presentación con pocos problemas: Freddie se molesta por el sonido de una de sus guitarras. La voz de Justin a lo largo del show empieza a descender en calidad y refleja aquellos problemas que lo llevaron a visitar el quirófano hace un tiempo atrás. Pero estos problemas no afectan de forma notoria la presentación. El destacable aquí es Pete Robertson, el baterista de la banda, que en completa sincronía con el resto golpea su batería como si en eso se le fuese la vida y marca los ritmos acelerados de la noche. Estos detalles marcan una presentación que se desenvuelve de forma alegre y frenética con una muy destacable
conexión entre el público y la banda que cumple su papel justamente. Es por eso que cuando vuelven al encore, Justin señala a un niño al frente de él y lee su pancarta: 'If you give me the setlist I'll die happy' ('Si me das el setlist moriré feliz'), por lo que le dice 'So you wanna die happy tonight?' ('¿Así que quieres morir feliz esta noche?') a lo que a continuación hace entrega del papel al muchacho. Luego continúa con un encore que parte con la bella y personal 'Weirdo', que genera un momento de intimidad entre la banda y los presentes para luego continuar con la pauta del show con Teenage Icon y finalizando con la desenfrenada 'Norgaard', dejando a los presentes sumamente felices, pasados de revoluciones y marchándose entre una lluvia de aplausos luego de uno de un show notablemente entretenido.
La sorpresa de The Vaccines fue precisamente esa: quizás no han llegado al punto máximo de su desarrollo, pero cuando lo hagan, cosa que no dudo sucederá en un futuro, para los presentes esa noche será un agrado decir: ´Sí, ahí estuve'.
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